LA SILLA SILENCIOSA

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¡Nunca una idea tan sencilla y barata había sido tan efectiva!

Hace tiempo que ya vi por pinterest esta idea, y dije, ¡tengo que hacerlo!, pero como siempre tenemos tantas cosas en mente por hacer, y como no me apunté “el truco” se me pasó.

Pero como Irene, la profe de inglés de mi cole, va a clases de padel, un día llegó con una bolsa repleta de pelotas que le regalaron (que ya están desgastadas y no botan) y entonces me acordé de la gran idea. Compraron una broca especial para hacer agujeros con un berbiquí, y entonces se las puso a todas las sillas de su clase. Una idea genial para reducir el ruido en las aulas.

Y ya tengo las mías en la mía, no os podéis imaginar lo bien que se está sin oír el desagradable ruido de las sillas al moverse, y lo beneficioso que puede llegar a ser en cualquier aula, ya no sólo si tenéis alumnos con alguna discapacidad auditiva, sino para todos en general.

Probadlo y ya me diréis qué os parece la idea :-))

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